- 11/09/2022
- Posted by: Qualitas Funds
- Categoría: Private Equity
En el año 2018, la Unión Europea empezó a desarrollar el denominado Plan de Acción de Finanzas Sostenibles, cuya intención es trasladar las bases y criterios adoptados en los Acuerdos de Paris del año 2015 a la industria de la gestión de activos, en particular al capital riesgo.
Aunque los avances están siendo más lentos de lo que a todos los interesados nos gustaría, dada la enorme complejidad que supone trasladar los criterios de sostenibilidad acordados al mundo financiero, ya se empiezan a observar los primeros brotes verdes. La primera consecuencia de todo este esfuerzo es la aprobación y divulgación de una nueva normativa europea conocida comúnmente por sus siglas SFDR, Sustainable Finance Disclosure Regulation, en castellano traducida como Reglamento de divulgación de Finanzas Sostenibles.
Este nuevo reglamento se aplica a todas las entidades que comercializan productos de inversión en todos los estados miembros, obligando a dichas entidades a catalogar los productos que comercializan en función de su nivel de sostenibilidad, así como a documentar los objetivos de ESG establecidos, las políticas adoptadas y la metodología seguida para su consecución.
Según lo expuesto, la nueva normativa SFDR diferencia los fondos en tres categorías según su grado de sostenibilidad, y para cada una de ellas establece una serie de parámetros para que los inversores puedan medir el impacto social y medioambiental de sus posiciones, y poder dar mejor respuesta a los inversores con inquietudes en materia ESG. Las tres categorías que diferencia esta normativa son: Fondos artículo 6 o fondos convencionales; Fondos artículo 8, aquellos que proactivamente promueven principios sociales y medioambientales en línea con los ODS y Fondos artículo 9, aquellos con un claro objetivo de inversión de impacto.
Con este cambio de paradigma, las gestoras tienen el reto y la responsabilidad de adaptarse para ofrecer a su base inversora, cada vez más concienciada con el impacto social y medioambiental de sus inversiones, la mejor respuesta ante sus inquietudes ESG sin sacrificar el retorno que esperan obtener.