- 08/07/2022
- Posted by: Qualitas Funds
- Categoría: Private Equity
Según el último informe emitido por la asociación de capital riesgo española, SPAINCAP (antes ASCRI), el capital riesgo español ha cerrado el 2021 con €7,7bn invertidos (un 32% más que el año anterior), registrando la segunda mejor cifra de su historia, solo por detrás de 2019. Tras el parón sufrido durante el año 2020 por la crisis provocada por el Covid-19, la actividad recuperó la tendencia ascendente observada durante los últimos años. Además, la gran rentabilidad ofrecida por los activos de inversión alternativa, concretamente los fondos de capital riesgo, cuyos retornos superan ampliamente a los ofrecidos por activos más tradicionales, como la renta variable o los bonos, ha provocado que la captación de nuevo capital haya crecido un 21% en 2021, superando los €2,5bn y con un dry poder (capacidad de inversión) estimado de más de €5,0bn.
La situación del capital privado en el resto de los mercados europeos es muy similar, incluso mejor, a la observada en España. 2021 ha supuesto el mayor registro histórico en cuanto a volumen de actividad en la industria, tanto en términos de deal value (valor de las transacciones), un 69% más que el año pasado (c.744bn), como en número de operaciones, un 65% más que el año pasado.
El capital riesgo cada vez es más importante en el entramado económico de nuestro país, y su peso en las carteras de los grandes inversores españoles es cada vez mayor. Sin embargo, aún se sitúa lejos de lo que se puede observar en países más maduros financieramente hablando, como Francia o Estados Unidos, donde los grandes inversores institucionales (aseguradoras, fondos de pensiones y endowments) destinan c.20% de su cartera a la inversión a fondos de private equity, frente al escaso 5% que destinan los grandes inversores institucionales. Cada vez más voces autorizadas recomiendan incrementar la exposición a activos alternativos en las carteras de todos los tipos de inversores, dada la pobre rentabilidad que ofrecen el resto de las opciones.
Son muchos los inversores internacionales que invierten en el mercado español por su atractivo y potencial de generar buenos retornos. Según el último informe de actividad publicado por SPAINCAP el 48% del capital captado durante 2021 por fondos de private equity fue aportado por inversores internacionales, con Estados Unidos a la cabeza en la lista de inversores internacionales, aportando c.14% del capital captado durante el año. La experiencia nos dice que cada vez son más los inversores nacionales que se adentran en mercados de private equity europeos, como Reino Unido, los Países Nórdicos o DACH (Alemania, Suiza y Luxemburgo).
Si bien es cierto que la industria del capital privado está evolucionando muy favorablemente durante los últimos años, más cierto es que la madurez del mercado español es sensiblemente inferior a la de sus vecinos europeos. La inversión de private equity en España representa 0,36% del PIB versus el 0,82% en Francia, el 1,39% de Reino Unido o el 0,61% de Suecia. Lo que se refleja en los retornos observados históricamente en estos mercados.
El gran reto que se le plantea al inversor nacional es poder acceder a estos mercados de la mano de las mejores gestoras y sin sobreexponer sus carteras a una determinada región, divisa o sector. ¿Cuáles son las mejoras gestoras de private equity europeas? ¿En qué sectores invierto para capturar mayor potencial al alza? ¿Cómo puedo evitar la sobre exposición de mi cartera a una determinada región o divisa? Son algunas de las grandes preguntas que se debe plantear todo inversor que quiera beneficiarse de las bonanzas del capital riesgo en Europa. Y los retos no acaban aquí. Una vez identificados los fondos best in class que cumplen con las expectativas demandadas, acceder a ellos no es una tarea sencilla… es muy habitual que estos fondos estén fuertemente sobre suscritos y lograr acceso a menudo requiere la capacidad del LP de aportar valor en la relación más allá del capital.
En este contexto, la figura de los fondos de fondos nace para responder a una necesidad real del mercado, permitiendo al inversor crear una cartera diversificada en geografías, divisas, sectores y añadas, que lo protege en los momentos de incertidumbre e inestabilidad del ciclo, sin comprometer la rentabilidad del activo, con un compromiso mínimo mucho más asequible.
Volatilidad de la rentabilidad de los fondos de fondos vs otros activos alternativos